Este blog hace un seguimiento de las enseñanzas transmitidas en un taller de meditación Vipassana que se está realizando en Gandia.

Horario: Martes, de 20 a 21,30 en calle Calderon de la Barca 17 de Gandia. Espai Cultural La Finestra. Información al 699041873 o escribiendo a marga.iglesias@gmail.com

martes, 23 de marzo de 2010

Cuarto agregado: Las formaciones mentales. Quinto agregado. La conciencia

El cuarto agregado es muy importante, aunque nunca trabajamos sobre él. Este agregado está formado por las fuerzas constructivas y las destructivas que hay dentro de nosotros y que condicionan a la conciencia. Siempre hay una fuerza que está detrás de nuestras manifestaciones. Por eso, es muy importante ver qué hay detrás de nuestras palabras y actos y además verlo en el momento preciso en que se están produciendo. Dios no dividió las características en buenas o malas, eso lo hemos hecho los hombres y las razones son culturales y cambian por tanto según el lugar o la época. Las diferentes culturas suelen situar las buenas a la derecha y las malas a la izquierda. Queremos hacer las cosas bien y por ello tendemos a fijarnos en el lado derecho y rechazamos nuestro lado izquierdo. A veces hasta escondemos totalmente el lado izquierdo. Pero las características que hemos colocado en el lado izquierdo nunca acaban de desaparecer, sino que pasan al inconsciente y sentimos miedo de entrar en ese lado oscuro de nosotros mismos. En realidad, esa parte la hemos creado nosotros y tenemos un miedo que es también una creación nuestra. En la meditación no elegimos a donde viajamos sino que nos dejamos llevar. Si nos conduce al lado oscuro, hemos de estar ahí porque es el lado que más luz necesita. No sabemos qué va a pasar si exploramos nuestros abismos, pero si los obviamos y no les prestamos atención, se fortalecen y entonces aún los tememos más. En realidad, las fuerzas negativas no tienen intención de hacernos daño. Tal vez nos asusten pero si lo hacen es simplemente porque nos están pidiendo nuestra atención. A veces nos piden la atención a través de los sueños y tenemos pesadillas. Es bueno encontrarse con estas fuerzas, ya sea cuando estamos solos, meditando o en sueños. Suelen venir cuando no estamos ocupados con cosas mundanas. No debemos sorprendernos o asustarnos cuando aparezcan. Además de paz, en la meditación también nos vamos a encontrar con estas fuerzas y hemos de estar preparados.


Cristo, en el desierto, también fue tentado. A Buda le pasó lo mismo cuando a se sentó bajo el árbol dispuesto a descubrir la raíz del sufrimiento y se prometió no levantarse hasta que conseguirlo. A las cuatro horas de sentarse vino Mara, la fuerza del mal que siempre ponía obstáculos a Buda. Mara tenía tres hijas y las envió para tentar a Buda, pero no tuvieron éxito. Luego Mara montó un ejército, pero el monje siguió sentado. Al ver el ejército, se asustó un poco y abrió los ojos a medias, pero pensó: “todo esto pasa dentro de mi” y siguió sentado. No se enfrentó a estas fuerzas, sólo les prestó atención. Luego Buda hizo un llamamiento a las fuerzas constructivas y vinieron a él. Eso también lo podemos hacer nosotros cuando lo necesitemos. Vino la Madre Tierra y ahogó a todas las fuerzas negativas. A partir de ahí quedó en paz. Pasado un tiempo, a Buda le llegaron los recuerdos de sus vidas pasadas. Ya muy entrada la noche, entró en la visión profunda de conocer todos los seres y ver cómo habían nacido y cómo habían muerto. En la última parte de la noche visionó que todas las contaminaciones de la psique estaban limpias. “Este es mi último nacimiento”, pensó. Vio al Constructor de la Casa y éste le dijo que no iba a construir nuevas casas para él. Las visiones profundas siempre vienen superando obstáculos. En un estado de quietud, pueden aparecer estas visiones espontáneamente. En las sesiones de terapia, también pueden aparecer, o también nos llegan cuando se está en la constante observación de algo. Es lo que hacen los científicos, ver de forma objetiva y extensa. Nosotros, en cierta manera, meditando también somos científicos. Nuestra observación ha de ser atenta y silenciosa, sin poner comentarios. Sólo hemos de permitir que el fenómeno se manifieste.

EL QUINTO AGREGADO: LA CONCIENCIA

El Quinto Agregado, conciencia, contiene a todos los otros agregados y es la base de su existencia. La conciencia surge a través de los seis sentidos. El procedimiento es sencillo, al igual que en el caso de la percepción. Si mantenemos la atención en el objeto, la conciencia permanece pura y clara, pero no siempre es así, pues a veces nuestras formaciones mentales o patrones de energía- (ira, amor,…) contaminan la conciencia.

Cuando falta la atención, la conciencia no puede hacer nada. Sólo la función ejecutiva que cada uno de nosotros tenemos puede forzar la atención para recuperar la conciencia. Nuestros patrones de energía siempre están dispuestas a contaminar la conciencia, pero si prestamos atención, no pueden aparecer. La conciencia intrínsicamente es pura y luminosa. Con trabajo y atención se puede mantener la conciencia en su estado original.

La conciencia penetra en el fenómeno y saca información, que transfiere a la función ejecutiva consciente. La conciencia sólo proporciona información, no provoca cambios. Los cambios los hace la función ejecutiva consciente, pero esta función precisa que la conciencia le proporcione una información correcta y fiable para actuar bien. Hemos de aprender a observar de una forma desapasionada pero vital.


Esos son los cinco agregados con los que hay que trabajar. Cuando los transformamos con atención, acabamos liberándonos. Los científicos ponen la conciencia en el cerebro, nosotros en el corazón. Con la atención podemos ver qué patrones nos contaminan y mantener la conciencia pura. Es el mismo caso de un ladrón que quiere entrar pero si los que están dentro de la casa están atentos, no puede.

Cuando tengamos una sensación dolorosa, observemos el cuerpo, nuestras percepciones, las formaciones mentales y la conciencia para ver qué es lo que la ha causado.
No son los Cinco Agregados los que nos hacen sufrir, sino la manera en que nos relacionamos con ellos, y más concretamente, cuando nos apegamos a ellos.

Nosotros somos FULL EQUIP, no nos falta nada, sólo hay que utilizarlo. Aunque sea poco a poco.

jueves, 18 de marzo de 2010

Tercer agregado: la percepción

Percibimos a través de los seis sentidos: los cinco corporales y la mente, por eso, dentro de las percepciones se incluyen los pensamientos u opiniones. Pongo un ejemplo para explicar cómo funciona el proceso de percepción: observo un objeto de forma cuadrada o rectangular, enmarcado y pintado dentro un paisaje, que está colgado de la pared. Esta información visual es reconocida y, explorando dentro de mi memoria, denomino al objeto en cuestión “cuadro”. Es decir, se percibe por los sentidos y se procesa la información con ayuda de la memoria. Pero es imprescindible involucrar en este proceso a la conciencia, pues de otra manera podemos caer en percepciones erróneas. Esto es debido a que al percibir algo solemos distorsionarlo, lo que nos produce doloro Es muy útil observar profundamente la naturaleza de nuestras percepciones, sin estar demasiados seguros de nada. Las percepciones son muy importantes para nuestro bienestar.

Voy a poner dos ejemplos de percepciones erróneas:

1. Estoy trabajando en mi oficina y entra un cliente habitual. Me parece que trae cara malhumorada y no me saluda, lo cual no es normal porque este cliente es muy afable. Las conclusiones que saco son:

-esta persona tiene un mal día. Me imagino cosas malas que le pueden estar pasando.

-me hace sentir mal que no me salude y que me ignore. Me siento menospreciada y también puedo sentir rechazo hacia él.

-¿le habré hecho algo a esa persona? Empiezo a pensar qué le pude haber hecho sin darme cuenta.

2. Salgo a buscar setas. Encuentro un ejemplar que me recuerda mucho al Boletus Edulis, una seta cuyo sabor me encanta. Con una mirada rápida veo que tiene tubos bajo la superficie del sombrero y un pie ancho y con esas percepciones decido comerla sin mayores comprobaciones.

Constantemente estamos teniendo percepciones y la manera de saber si son correctas o no, es decir, de introducir conciencia en ellas es tan fácil como preguntarse:

¿ESTOY SEGURO/A?

Esa pregunta, por lo de pronto, nos desapega de la percepción, y recordemos que el problema de cada uno de nuestros cinco agregados es que nos apegamos a ellos y pensamos que son nuestra esencia. Por lo tanto, introducir esta pregunta tiene un efecto positivo inmediato, ya que pone un espacio entre este agregado y nosotros.

También hemos de tener en cuenta que nuestras percepciones están condicionadas por las numerosas aflicciones que están presentes en nosotros; ignorancia, deseo, ira, celos, miedo, la energía de los hábitos...Además, cometemos la grave equivocación de percibir los fenómenos ignorando su naturaleza impermanente y su interrelación con otros procesos.

Volviendo a los ejemplos anteriores de percepciones erróneas, para cerciorarnos de ellas, puedo:

Ejemplo 1: Primero me pregunto ¿estoy segura? De esta manera puedo considerar que tal vez la persona que ha entrado ha saludado en voz baja y simplemente yo no lo he oído. También que posiblemente esté resolviendo una cuestión importante y por eso trae cara seria y se olvidó de saludar. Quizás hoy yo estoy con más ganas de hablar y me he fijado en este detalle, que otras veces no observo, y quizás en otras ocasiones sea yo la que no salude, sin darme cuenta, absorta en mis problemas. Es posible que sea una combinación de motivos (todo está relacionado). Finalmente, yteniendo en cuenta que nada es permanente, he de aceptar que ese cliente tenga fluctuaciones ocasionales en su trato conmigo, igual que yo las tengo él. Si quiero despejar toda duda, directamente le pregunto al cliente si le sucede algo. Considerando de esta manera las situaciones, obtengo una conclusión clara y una correcta percepción de ellas, y consecuentemente me siento en armonía y evito sufrimientos innecesarios.

Ejemplo 2: En vez de comer la seta inmediatamente, la llevo a casa y cotejo el ejemplar con los dibujos de mis libros de micología, estando atenta a las características distintivas, oliendo la seta (lo cual en muchas especies aporta mucha información), preguntando a un experto,... He de tener en cuenta la situación en conjunto, lo cual me lleva a considerar que si ha llovido recientemente el color del sombrero puede haber cambiado e inducir a error, o fijarme si la edad del ejemplar puede influir en la clasificación,... Si tomo en consideración estas circunstancias, es muy posible evitar una confusión de este ejemplar con, por ejemplo, un Boletus Satanasa, con las consecuencias funestas que ello me reportaría.


Es decir, la aplicación de la conciencia ha eliminado o minimizado mis percepciones erróneas y su consecuente sufrimiento, mental en el primer caso, físico en el segundo.

Debemos estar siempre atentos y no refugiarnos jamás en nuestras percepciones. El Sutra del Diamante nos recuerda "Donde quiera que hay percepción, hay engaño". Esta frase nos trae a la memoria el dicho occidental de “¡ojo!, que la vista engaña”. Deberíamos poder sustituir las percepciones por la verdadera visión, el verdadero conocimiento.

Es muy útil observar profundamente la naturaleza de nuestras percepciones, sin estar demasiado seguros de nada. Cuando estamos demasiado seguros, sufrimos. “¿Estoy seguro?” es muy buena pregunta. Si nos preguntamos esto, tendremos una buena probabilidad de mirar nuevamente y ver si nuestra percepción es o no incorrecta. Quien percibe y lo que se percibe son inseparables. Cuando se percibe mal, las cosas percibidas son también incorrectas.

Finalmente, tenemos que evitar dejarnos influir por las opiniones de los demás sobre nosotros, pues como hemos visto, es muy posible que sean erróneas.

Además, hemos de revisar nuestras percepciones y opiniones sobre nosotros mismos, utilizando la conciencia. Hemos de actualizarlas de tanto en tanto pues, como seres impermanentes que somos, cambiamos constantemente durante nuestra vida y muchas veces nos quedamos con una opinión de nosotros mismos que ya está desfasada. Si revisamos nuestras percepciones sobre nuestra persona, ¿quien sabe?, ¡Quizás nos sorprendamos!

viernes, 12 de marzo de 2010

Los cinco agregados del budismo. Primer y segundo agregado

En el marco del budismo, los cinco agregados son los procesos en que se clasifica toda la experiencia individual de una persona. En ninguno de estos procesos existe un sí-mismo o un alma o esencia de la persona. En vez de ello, el individuo es visto como un complejo cuerpo-mente que existe por un flujo de procesos interdependientes que se denominan los cinco agregados.

En la tradición budista Theravada, el sufrimiento aparece cuando la persona se identifica o apega a un agregado; por lo tanto, el sufrimiento se extinguiría al deshacer los apegos a los agregados.

Es muy importante recalcar que cada uno de los cinco agregados es impermanente e inestable. Por eso, en ninguno de ellos se podrá encontrar la esencia del ser o del yo.

Estos cinco agregados son: el cuerpo, las sensaciones y sentimientos, la percepción, los estados mentales y la conciencia.

Según Buda, cada uno de nosotros es una mezcla de esos cinco agregados.

PRIMER AGREGADO: EL CUERPO

Es la energía como forma. También incluye la respiración, los movimientos físicos y la actividad. En un nivel más profundo, hablamos de un cuerpo sutil, comunicado con el cuerpo visible. El cuerpo es energía y también conciencia, por eso el cuerpo sabe, tiene sabiduría. Hay que observar y escuchar a nuestro cuerpo para aprender. Cuando de alguna manera (dolor, placer, cansancio…) nuestro cuerpo se manifiesta, debemos observar qué hay en el fondo, porque seguramente hay algo que está influyendo y hemos de profundizar, a través de esas sensaciones que nos transmite nuestro cuerpo, para desentrañar lo que hay en nuestro interior. El cuerpo tiene una sabiduría que nos habla. Es importante que cuidemos el cuerpo. La meditación nos ayuda a que el cuerpo esté más saludable.

SEGUNDO AGREGADO: SENSACIONES/SENTIMIENTOS.

Las sensaciones están conectadas con el cuerpo y los sentidos con la mente. Tenemos cinco sentidos físicos y un sexto sentido, el sentido espiritual, interior, o de la mente. A veces las sensaciones son agradables, otras desagradables, a veces son neutrales. La práctica de la meditación busca reconocer esos sentidos y sensaciones tal cual son y comprobar que son impermanentes. Si los percibimos de esa manera, nos apegamos menos a ellos y se abre el espacio a otras sensaciones. Es una actitud de aceptación que nos da libertad. No hay que estar obsesionado con la negatividad, pues una sensación desagradable a menudo quiere decirnos algo. Se ha de saludar y atender a estas sensaciones, ahora bien, nunca identificarse con ellas. De esta manera, siempre mantenemos un espacio de seguridad alrededor de nosotros y no nos convertimos en víctimas de esas sensaciones o sentimientos negativos. Recordemos siempre mantener ese espacio, que es como un anillo que nos protege. Pensemos en el domador de leones que entra en la jaula con una silla y no permite nunca que el león se acerque demasiado ni le da la espalda, sino que mantiene un espacio de seguridad y en ningún momento se identifica tanto con el león que piensa que él es también una fiera. Para un domador, esta confusión seria mortal. Para nosotros, en la vida diaria, identificamos con un problema o una sensación puede ser igual de letal.